Retrato de Zadie Smith

10.03.2022

Reflexiones de la escritora Zadie Smith sobre igualdad, humanismo, arte y vida.

Fotografía: Chris Boland

"¿Se identifica como escritora feminista?"

Por supuesto que soy feminista. Pero yo soy de una generación de feministas anterior a las actuales. Es decir, yo soy de la vieja escuela, no siento la necesidad de defender la idea de lo femenino.

Así contesta la escritora británica cuando en una ocasión, le preguntan acerca del feminismo. Controvertida, reflexiva y con la libertad de expresión por bandera, de esta manera contempla y entiende Zadie Smith la sociedad actual: a través de sus experiencias, volviendo a su niñez y retratando a través de palabras a personas que la han inspirado. Siguiendo el hilo conductor de sus reflexiones y opiniones, y fijándonos concretamente en tres mujeres artistas a las que admira, iremos conociendo a la autora e iremos también descubriendo cómo concibe el caótico mundo en el que nos ha tocado vivir.

En su novela Tiempos del Swing, además de tratar temas como la identidad racial y de clase, reflexiona también sobre el feminismo: sobre cómo ser mujer, cómo criar en el feminismo, cómo conciliarlo o no con la femineidad, ser o no ser madre y cómo la mujer se construye a sí misma desde la infancia a la adultez...

Continuando con la pregunta del principio, la autora continúa:

[...] las mujeres escritoras estamos más acomplejadas respecto a nuestro trabajo. Se habrá fijado que, cuando una crítica literaria está escrita por un hombre, siempre desprende un tono paternalista. Parece que te estén diciendo: "Alguien tiene que enseñarle a esta chica a escribir como es debido". 

Siempre se espera de las mujeres que sean muy sentimentales, y segundo, que sean incapaces de lograr una mirada distanciada de ellas mismas.

A raíz de ello y, a veces, como una espectadora de su propia existencia, reflexiona sobre ella misma y el proceso de introspección que realiza al escribir sus obras. Su capacidad de adentrarse en la psicología humana y hablar con precisión de sentimientos comunes es muy aguda. Es una observadora nata del mundo y su crítica a la cultura y al arte siempre es astuta y sutil. 



Quizá todas las novelas contienen enterradas esas "limpias balas" de experiencia vivida: para empezar, quizá sea la razón por la que escribimos, tanto si en ese momento nos damos cuenta como si no.

Para mí, la ficción es una manera de preguntar: "¿Y si las cosas fuesen de otra manera?", lo que inevitablemente lleva a plantearse otra pregunta: "¿Y si yo fuese otra?" Siempre he considerado que escribir ficciones era más una vía de escape que de exploración personal (...) La literatura, para mí, es precisamente el espacio ambiguo donde las identidades imposibles se hacen posibles tanto para los autores como para los personajes.

De madre jamaicana y de padre británico, a pesar de crecer al noroeste de Londres, en el barrio multicultural de Brent, la raza siempre ha sido objeto de reflexiones por su parte.

Las identidades nacionales claramente son mitos y accidentes de nacimiento; lo que es más interesante es cómo estamos entendiendo la raza de las dos formas: como un mito y como uno de los factores determinantes de nuestra realidad. Es muy importante tener ambas ideas en mente. No hay una base genética para la raza (la comunidad genética más diversa está en África misma), pero nacer negro en Compton, Los Ángeles, va a decidir cada aspecto de tu vida.

La lección es que las cosas no tienen que ser reales para ser poderosas, pero el aspecto optimista de eso es que nos hemos atado no con verdades esenciales, sino con historias, y las historias pueden ser cambiadas. Ése es el trabajo de los escritores, pero también el de todo ciudadano interesado en crear narrativas de libertad en vez de narrativas de opresión.

A pesar de sólo llevar 22 años en el siglo XXI, nos encontramos viviendo un tiempo "revolucionario". Es aterrador, desestabilizador y fascinante a la misma vez. Aunque nos disfracemos de sociedad avanzada, lo somos en muchos aspectos, seguimos anclados en el pasado en muchos otros. Como dice la autora, por supuesto que la raza, además de tu género y clase, determina tu existencia en la época actual. ¿Cuál sería la utopía? Que se produjera un cambio real, no sólo retórico; en los colegios, en la educación, en los barrios y en el sistema. La libertad exige responsabilidad y compromiso a la hora de ejercerla; porque no todo vale, porque el ejercicio de la crítica debe llevarse a cabo con un mínimo de dignidad, respetando los derechos de los otros y tolerando a los diferentes.

Amante de la música y con una gran tradición musical en su familia, Zadie Smith cuenta que la primera vez que escuchó a Joni Mitchell no la escuchó en absoluto; un sonido penetrante, una especie de lamento, notas sin secuencia. Actualmente siente su música de manera muy profunda, siendo totalmente transparente, dejando que la remueva por dentro; sin coraza, carente de defensas personales.

¿Cómo es posible odiar algo tan completamente y luego amarlo tan irracionalmente? ¿Cómo se produce tal cambio? Este es el efecto que me produce escuchar a Joni Mitchell estos días: lágrimas incontrolables. Una superación emocional, desconcertantemente distante de la felicidad, más parecida a la alegría, si la alegría es el reconocimiento de una belleza casi intolerable.  


Amante también del arte, descubrimos su obsesión por la obra de la pintora británico ghanesa Lynette Yiadom-Boakye. Describiéndose ella misma como pintora y escritora, Zadie coincide con la autora en percibir su obra como una potente mezcla de imágenes encontradas, memoria, pura imaginación e improvisación pictórica espontánea. Las sutilezas de la personalidad humana que podrían tomar miles de palabras para establecerse están articuladas aquí por medio de unas pocas pinceladas confiadas.

Sus retratos representan a personas anónimas; estudios de personajes que no existen. No pretende captar lo real, sino provocar en la audiencia ese deseo de imaginar una historia para los protagonistas de sus cuadros. La mera presencia de los retratados plantea una comunicación profunda entre la obra de arte y el espectador; sólo mirarlas a los ojos nos hace preguntarnos infinidad de cuestiones: ¿quién será esa bailarina?, ¿qué clase de hombre es?, ¿qué querrá decirnos aquella mujer?

A pesar de no estar ni descritas ni explicadas, estas figuras humanas irradian una extraña autocontención y serenidad; su lienzo es su texto.


Para concluir, no podemos hablar de Zadie Smith, sin citar la sincera despedida homenaje que le escribió a la fallecida Joan Didion el pasado diciembre de 2021.

Didion fue una mujer que no expresaba tanto opiniones o emociones como las interrogaba a ambas. Si esto todavía nos parece inusual, me pareció sin precedentes cuando la leí por primera vez a fines de los años ochenta. Que ella fuera una mujer importaba mucho. Era la autoridad. La autoridad del tono. Hay mucho en Didion con lo que uno podría estar en desacuerdo personal, política y estéticamente, pero me di cuenta

de que una mujer podía hablar sin tapujos, sin titubeos, sin hacer zalamerías, sin poéticas, sin sonar agradable o dulce, sin deferencia, e incluso sin dudas. Debe ser difícil para una mujer joven hoy en día imaginar el alcance de las cosas que las mujeres de mi generación temían que las mujeres no pudieran hacer; escribir con autoridad era una de ellas. Didion se convirtió en la prueba. Ella te daba confianza.



La autora estadounidense que comenzó escribiendo los pies de foto de la revista Vogue y copiando a Hemingway para encontrar su propio estilo, es la artífice de valiosos textos a los que podemos acercarnos para conocer verdaderamente la cultura norteamericana y entender los cambios que sufrió durante las últimas décadas del pasado siglo.

Con su primera obra de no ficción, El año del pensamiento mágico, instauró una nueva corriente literaria. Sus mordaces opiniones, su forma de expresar el duelo y la pérdida, la forma de reflexionar sobre la muerte, su fragilidad y la franqueza y fuerza de sus narraciones, la han convertido en un referente de la literatura.

Ella no buscaba aprobación. No se dejaba intimidar por lo que "todos" decían o por lo que "todos" creían. Aborrecía el tipo de pensamiento que excluye el pensamiento.

¿Qué tienen en común todas estas reflexiones? Lo único que tienen en común, es la pasión con la que Zadie Smith escribe sobre cada uno de estos temas. A través de sus palabras, va articulando la manera en la que entiende el mundo y, gracias a ellas, hemos podido adentrarnos en, como ella misma la describe, una mente desordenada y caótica.


Ana Isabel Nsí Gámez


Bibliografía


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  • Imágenes

Yiadom-Boakye, L. (2012) 6pm, Cádiz [Pintura]. https://media.tate.org.uk/aztate-prd ew-dg-wgtail-st1-ctr-data/images/3_16.width-1200.jpg

Yiadom-Boakye, L. (2017) Mercy over Matter [Pintura].

https://www.interviewmagazine.com/wp-content/uploads/2017/05/img-yiadom-boakye- _111207424432.jpg

Yiadom-Boakye, L. (2017) Light of the Lit Wick [Pintura].

https://jackshainman.com/uploads/1400014/1576617957590/LYB17.012_Light_of_the _Lit_Wick_HR-1600-xxx_q85.jpg

Yiadom-Boakye, L. (2019) Waves and Crests [Pintura].

https://jackshainman.com/uploads/1400014/1576618022190/LYB19.018_Waves_and_ Crests_HR-1600-xxx_q85.jpg

Robinson, J. Joni Mitchell [Fotografía].

https://media.newyorker.com/photos/5f985381485946ceb306e9ad/master/w_2560%2C c_limit/talbot-Joni-Mitchell.jpg

Original Negative/Alamy Stock Photo. Joni Mitchell at 24, in London. https://i.guim.co.uk/img/media/fac5a42ffff614a5eaa958c02eee13d7547f656e/647_665_ 4778_4775/master/4778.jpg?width=1020&quality=85&auto=format&fit=max&s=1e5b 39b0f5ba1e140c31c60fca753135

Boland, C. Zadie Smith. https://letraslibres.com/wp-content/uploads/2022/02/zadie smith.jpeg

Arutyunova, S. Zadie Smith. https://nuvomagazine.scdn2.secure.raxcdn.com/wp content/uploads/2019/11/Chronicle-Zadie-Smith_Page_1_Image_0001.jpg

Getty Images, (1967). Joan Didion con un grupo de hippies en el Golden Gate Park (San Francisco) durante el proceso de escritura de «Los que sueñan el sueño dorado». https://www.penguinlibros.com/es/img/cms/LENGUA/GettyImages-576842026.jpg

Krementz, J. (1972). Joan Didion. https://letraslibres.com/wp

content/uploads/2021/12/didion-1160x837.jpeg


Editado por Iván Trujillano