'Paularala' Pérez Torres: "Fragmentos de cartas a un joven poeta ahora ilustradas". Ilustración.

12.09.2020

Hoy la artista Paula Pérez Torres -Paularala- nos presenta su serie 'Fragmentos de cartas a un joven poeta ahora ilustradas': seis ilustraciones inspirados en la obra de 'Cartas a un joven poeta' y creados a partir de un viaje interior que, vacilando entre ilusión y desesperación, logra transformar la incertidumbre y la inseguridad en aceptación y reconciliación del ser y del estar

Si la neutralidad y la simpleza de las ilustraciones respiran tranquilidad visual, los toques de color y los gestos del personaje inspiran una suave pero compleja contradicción de emociones que -guiando mediante los fragmentos de texto- presenta la posibilidad de identificarse personalmente con una representación extremadamente impersonal.

Y tú, ¿te identificas con el joven poeta?



"Esta es una serie de la que me he encaprichado. Un enamoramiento de verano que empezó en primavera y se quedará siempre rondando por mi cabeza. 

No me lo esperaba."


SOBRE MI OBRA

Esta es una serie de la que me he encaprichado. Un enamoramiento de verano que empezó en primavera y se quedará siempre rondando por mi cabeza. No me lo esperaba.

Hace unos años llegó a mi conocimiento el título de un libro llamado 'Cartas a un joven poeta' de Rainer María Rilke: una recomendación muy adecuada que nos hizo una maravillosa persona; un profesor que me hizo amar el arte más aún de lo que ya lo hacía por entonces.

He de advertir que nunca he sido una excelente lectora, pero por algún motivo -curiosidad supongo- decidí atreverme con este librito. En realidad, cuando lo conseguí sólo me leí tres cartas -como ya he dicho, no soy una gran lectora- sin embargo, al poco tiempo tuve una especie de crisis: había empezado a odiar el arte y muchas de sus ramas (o eso creía yo). Fue en ese momento cuando decidí retomar el libro, en busca de algún tipo de esperanza, de aliento... 

Siendo sincera no sé que buscaba, pero en mi cabeza sólo retumbaba el pensamiento recurrente de "mamá ya no quiero ser artista". Supongo que la crisis venía tras chocarme con la realidad frente a la producción de arte tal y como el groso nos la imaginamos (ya sabes, hacer cuadros, esculturas... vivir de eso -que es complicado-, la competitividad que hay, la exigencia de ser creativo a todas horas, los trabajos que no se corresponden a lo que tu sueñas, etc.). Vamos, lo que es entrar a la facultad de Bellas Artes sin tener idea de dónde te estas metiendo.

"Fue en ese momento cuando decidí retomar el libro, en busca de algún tipo de esperanza, de aliento..." 

El libro en sí no me salvó la vida ni me sacó de la crisis (de ahí salí yo solita haciendo lo que mejor se me da: adornar la realidad), pero si me hizo reflexionar y entender bastantes cosas. Pude entender al joven poeta perdido que no sabe cómo afrontar el hecho de que es poeta y pide consejo a un consagrado (que, seguro que sabe más, ¿no?), pude entender que nadie te va a dar una solución mágica o una receta milagrosa para ser artista. 

¿Te imaginas? How to be an artist: 80 gr. de inspiración divina, 40gr. de fracasos acumulados, una cucharadita de técnica, media taza de "¿qué es el arte?", todo al horno 200°C 20 minutillos.

La frase debería ser "leyendo y viendo arte, se entiende la gente" al menos en este caso...

"La frase debería ser 'leyendo y viviendo arte, se entiende la gente'"

Suelo releer este libro a menudo, cada vez que vuelvo a caer en eso de "¿y si no sirvo para esto?" y cada vez que por H o por B siento que empiezo a coger tirria al arte.

En una de esas re-lecturas andaba cuando justo, este año, por marzo o abril, tras hacer varias propuestas de trabajo no muy buenas, decidí empezar de cero, tirar a la basura la idea retorcida y sin salida que había inventado e ilustrar este libro tan especial. Porque si, aunque no negaré que fue un poco "esto no me gusta, ¿ahora que hago?", la realidad es que lo escogí porque es muy importante para mí a nivel personal, y cuando algo es personal te lo tomas mucho más en serio, le pones más ganas y mucho mucho más corazón.

Las prisas no son buenas y era una propuesta de trabajo con fecha límite así que las primeras ilustraciones que saqué no eran lo que buscaba. Pero era algo personal y no quería dejarlas así y no volver a tocarlas, así que después de mucho tiempo cociendo a fuego lento y experimentando con collages, líneas, manchas, tipografías y composiciones creo que he conseguido el resultado que buscaba. 

En mis experimentos entraba el hacer personajes impersonales. ¿Porque una ilustración sencilla y mona con la cara de Rilke quedaba excesiva y horrible en parte? Pues sí, sinceramente. Por otro lado su adorno es poco: buscando esa impersonalidad, que el centro sea el significado del texto sin muchos aditivos, que no haya un protagonista concreto, que cualquiera pueda identificarse con una representación muy neutral. 

No sé si me explico...

He intentado reflejar un poco lo que me transmiten las palabras escritas en el libro, poner un poquito de mí ya que sí, aunque fuese algo un tanto repentino, esos amores son los mejores: son a los que más te das y son los que más te acaban dando. Son trozos seleccionados y arrancados de un diálogo ajeno que ahora es también mío, y espero que de alguien más. Es nadie hablando de nada concreto, porque lo que cuenta es aplicable a cualquier persona en al menos algún punto de su vida. Es sencillez consoladora. Es muchas cosas...


Paularala

"Esos amores son los mejores: son a los que más te das y son los que más te acaban dando. Son trozos seleccionados y arrancados de un diálogo ajeno que ahora también es mío..."


'pulse for zoom' 


BIOGRAFÍA

Se ve que en mi año el nombre de moda era Paula, así que prefiero que me llamen Peula, que es un mote cariñoso que me puso una enorme mujer y que me deja al margen de muchas confusiones. Nací en el 99 así que me da igual lo que me digan, soy niña de los 90 and U can't change my mind. Soy granaína y afortunada de serlo y de haberme criado la mayor parte de mi vida en este sitio tan bonico. De mayor quiero no ser mayor, pero como hay que serlo me someteré y lo seré. Seré mayor pero no sé qué más. 

Cogí el lápiz para dibujar antes de cumplir los 2 años y ya por entonces garabateaba con mucho detallito ojos, boca, cuerpo y hasta ombligo. Se pensaron que era superdotada, pero se quedó en creencia lejana en cuanto cumplí los 13. Desde bien pequeña he querido ser artista (me imaginaba pintando en la playa con un lienzo mediano y un chubasquero de Pescanova).

No soy artista, pero crear es lo que me hace levantarme por las mañanas (y en mitad de la noche también). El proceso creativo me gusta compararlo con hacer pis cuando llevas más de una hora aguantando (supongo que también se podría con un parto, pero como no sé lo que se siente, me mantengo al margen). Sabes que tienes algo dentro que no puedes retener más, que va a salir de una forma u otra, pero tú quieres que salga con decoro, en un baño a ser posible. Y al soltarlo de repente estás mejor, muchísimo mejor. Te quedas limpio y eso que ha salido es tuyo y sólo tuyo y, dependiendo de lo que hayas bebido (o vivido para la creación) será de una forma u otra. Si no lo haces explotas, hay quien hasta muere. Es un símil un poco feo así visto, pero es como lo siento en buena parte. Si no creo, puede que reviente.

En mi obra hay un poco de esto y un poco de lo otro. Me gusta ir de tapas, picar un poco de esto y un poco de lo otro con una cervecica al lado, e igual me pasa cuando estoy creando. Todo lo que hago está relacionado con el dibujo y un poquito con la pintura, que son los campos en los que más libre me siento. Dibujar es un ejercicio complicado al principio cuando se quiere hacer bien, hasta que entiendes que "bien" no es siempre lo mismo, que bien es un término que aplicado a las cosas del arte se queda un poco ambiguo. Así que dibujo, ni bien ni mal, pero libre. Usando referentes distintos y técnicas diversas (estampaciones, digital, a mano con técnicas secas, mixtas; collage...), aprendiendo de cada cosa que hago, de cada exposición que visito, de cada artista que sigo y de los que aparecen de forma fortuita, de cada portada de disco o cartel de película, de todo. Supongo que nunca dejaré de aprender, porque cada día veo algo nuevo.

En el caos e inconexión que pueda haber en todo lo que hago hay un factor común siempre: yo muy por dentro. Supongo que mi obra es mi autobiografía. Cuando creo, lo hago para contar algo, y prefiero hablar de lo que sé que de lo que no sé, así que retrato cada etapa de mi vida, cada hecho relevante y cada sentimiento nuevo o importante desde lo que conozco, desde lo que relaciono con esas cosas que vivo. 

Si algo me mueve, quiero que sea mío, para tenerlo siempre y para compartirlo. Pero no todo lo que me hace sentir así es mío, así que lo hago mío, lo re-creo y se convierte en una nueva cosa, algo con un sentido añadido, deformado por mi visión.

Quiero hablar con la gente y decirles que ayer me enamoré tres veces y me rompieron el corazón cuatro, que por la mañana no desayuné porque sentía que el día estaba feo y que al caer la noche perdí por novena vez mi cartera porque soy un poco desastre, quiero tener esa conversación aburrida con muchas personas a la vez, y quiero que me lean y de alguna forma quedarme tranquila, porque ya lo he dicho y no lo tendré más dentro. Y que me contesten, que me entiendan. Para eso creo, para hablar lo que no sé hablar o lo que no me apetece decir directamente, con imágenes claras, que conocemos todos, que podemos interpretar de forma casi unilateral. Es como usar un lenguaje universal que yo misma controlo, para que me entienda todo el mundo y para que, aunque sea una única persona en el mundo, pueda verse reflejada en eso que intento comunicar.

Actualmente estudio el grado de Bellas Artes en la UGR y lo compagino con algún que otro encargo. Expongo en el salón de mi casa y en Instagram: para lo segundo la entrada es gratis y no hay horario, lo primero es sólo para gente VIP.


Peula



Editado por Isabella S. Casto