Os vengo a hablar de una banalidad, una bazofia, una bergüenza: una bandera
La cuestión que deberías estar preguntándote es: ¿y por qué carajo no me importa ésta bandera?
Pues, fíjate bien: ¿a que lo que ves es una bandera? Pues no.
¿Y ahora? ¿Ves una bandera?
No de nuevo.
Vale vale... ahora en serio. Aquí definitivamente tienes que ver una bandera, ¿verdad?
Pues no.
Entonces, ¿esto es una bandera? Venga que te prometo que no te estoy vacilando...
Vale, un poquito si que te estaba vacilando. Pero ya sabes cual es la respuesta: no, no y ¡NO!
En éste momento te estarás diciendo, "venga tía -que sí- pero entonces, si no son banderas, ¿qué demonios son? Y si vienes a hablarme de una bandera, ¿dónde está y cuál es? ¿Y por qué dices que es una vergüenza con 'B'? ¿Qué te pasa en la cabeza?".
Por favor, sé paciente conmigo.
Efectivamente, esto no es una pipa, sino un cuadro pintado de una pipa.
Entonces volviendo arriba a las cuatro imágenes que hemos visto, efectivamente no son banderas, sino una fotografía de una bandera, un logotipo de una bandera, una taza con un estampado de bandera y un cuadro de Jasper Johns -de una bandera-.
Hoy os vengo ha hablar de las banderas de Jasper Johns.
Piensa en dos artistas jóvenes, pícaros, enrevesados y llenos de hostilidad hacia el movimiento pictórico que dominaba su ambiente americano de los años 1950: Robert Rauschenberg y Jasper Johns; dos amigos que no soportaban al 'fascista' pictórico del momento -el Expresionismo Abstracto-.
Para que te hagas una idea, antes de la Segunda Guerra Mundial, el mundo artístico estaba volcado con el Surrealismo, el Dadaísmo y el Constructivismo Ruso. Aquí os dejo tres ejemplos conocidos:
Y después de la Segunda Guerra Mundial, con una Europa destrozada y el nuevo foco artístico plantado en Nueva York, se formó, se consolidó, se elitizó y -básicamente- se 'flipó' el Expresionismo Abstracto; dominando las instituciones y el mercado de arte en Estados Unidos. Aquí te dejo tres ejemplos estrellas del expresionismo abstracto:
Volvamos a nuestros dos amigos.
Por un lado tenemos a Robert, quien ataca a los expresionistas abstractos de manera directa, riéndose en sus caras; y por otro a Jasper, más agresivo a lo pasivo.
Incluso cuentan que Rauschenberg le pidió un dibujo al famoso y consolidado Willem De Kooning (el que pintó el cuadro de arriba con la mujer-bestia), y al entregarle el dibujo De Kooning, Robert se dedicó a borrar cada línea de manera cuidadosa y meticulosa, creando así su obra Dibujo de De Kooning Borrado (1953). Éste acto desafiante la podemos interpretar como la representación de la contraposición de la marca del dibujo -visible, expresiva y espontánea - y la labor mecánica del borrado cuidadoso -mecánica y automática-; la huella de lo viejo es borrado por la novedad.
Vale, entonces -Jasper Johns- la banalidad, la bazofia, la bergüenza y la bandera.
Mientras Rauschenberg se dedicaba a increpar a los famosos artistas, Johns se centraba en un problema que venían contemplando en la historia del arte durante mucho tiempo, aunque especialmente en el ámbito de la abstracción geométrica desde 1920; es decir, en el ámbito de la pintura que se basa en el uso de formas geométricas simples combinadas en composiciones subjetivas sobre espacios irreales.
Aquí os dejo tres ejemplos pictóricos de la abstracción geométrica:
Lo que os decía; el problema: la relación entre la figura limitada y el fondo. ¿Cuándo deja un objeto, en la pintura, de ser un objeto y pasa a formar parte del fondo del cuadro?
En verdad si observamos los tres cuadros de Kandinsky, Mondrian y Malevich, podemos ver como las figuras y el fondo se terminan uniendo en una imagen-objeto única. Esto se percibe claramente en la obra de Johns:
Bandera y Fondo: un único plano, un único objeto.
Por otro lado, Johns también se centraba en cuestionar ese aspecto del expresionismo abstracto que supuestamente la "elevaba" como un arte intelectual e individual -realmente convertido en un arte clasista y de élite, hecho para decorar las paredes de americanos adinerados quienes creían que cuanto más grande tu colección más grande tu reputación-. Johns se centraba en signos, símbolos y objetos cotidianos: signos cotidianos perfectamente reciclables y cargados de simbolismo no complejo, bien comprendidos y (siguiendo a los surrealistas y dadaístas) bastante ambiguos.
Así que llegamos a nuestras banderas -ya que no han sido una sino varias, en forma de serie-: banales por ser símbolo de un objeto extremadamente reconocible y hecho de mera tela -omnipresente en prácticamente cada aspecto de la cultura americana-; bazofias por desafiar la autonomía y el significado de la pintura, y por cuestionar la comercialización y el consumo del arte; bergüenza -con 'b'- porque con 'v' no pegaba y porque muchísima gente interpretaría esta serie como un ataque a los sentimientos patrióticos.
La serie de Flags comienza, por lo tanto, en 1954-55 con esta obra:
Se compone mediante una alternancia de líneas rojas y blancas y un rectángulo en la esquina izquierda superior, el cual contiene 48 estrellas (dos menos de las debidas 50, símbolo de los 50 Estados que forman América del Norte) -una disposición perfecta en cuanto a las pautas de la abstracción geométrica-.
Desde punto de vista técnico, no es completamente uniforme sino que se puede apreciar una variedad de tonos (blancos, rojos, negros, amarillos, etc), una sensación de textura y un enfoque en la pincelada del artista; todo el cual formando parte de un vocabulario pictórico o un campo de signos artísticos. También cabe destacar su empleo de la encáustica, una técnica que usa la cera fundida como aglutinante de los pigmentos; elaborada, costosa y lenta, pintar con la encáustica parece estar directamente en oposición a la espontaneidad de la brocha de los expresionistas abstractos (quienes incluso usaban una técnica llamada action painting, que consiste en derramar, salpicar o manchar con la pintura espontáneamente, en lugar de aplicarse con cuidado -enfatizando más el acto físico de pintar en sí mismo que el aspecto terminado de la obra-).
Toda la composición y material se encuentra elaborada como un collage (alusión a la tradición constructivista y dadíasta) encima de una tela -casi como una bandera "real" de uso cotidiano; ¿qué es una bandera sino un trapo teñido, pintado y dotado de significado?
En definitiva, la obra es un signo cotidiano y es una pintura abstracta sin figura, pero al mismo tiempo es una representación: representa una bandera -o al menos el signo de la bandera- e intenta solucionar la cuestión radical geométrica de, cuándo y de qué manera dejará la forma de la bandera de ser una forma que se coloca sobre un fondo (contraponiendo forma va. fondo y motivo vs. marco).
Su motivo (bandera) es supuestamente un signo elevado y de simbolismo profundo, sin embargo es a la vez mundana, vacía de materia real y una falsificación. Realmente, ¿qué son las banderas? ¿Son las naciones a las que representan? ¿Son su gente o son la idea de poder, control y orden dentro de un tablero de Risk al que llamamos mundo? ¿Qué es un país o una nacionalidad? ¿Una línea divisoria invisible llamada frontera y un certificado de nacimiento con coordenadas? Sin duda son cuestiones para plantearse.
Es una obra de contradicciones: simple pero compleja, de fácil pero laboriosa elaboración, impersonal pero personal, privada pero pública, abstracta y geométrica pero figurativa, inocente pero implicada.
Esta pintura de tipo abstracto representativo con juegos visuales e irónicos y cuestiones conceptuales es una característica que podemos extrapolar a toda la obra de Jasper Johns; quien, mediante su uso de signos muy convencionales, repetitivos, y conocidos en la cultura popular se termina asociando a la iconografía de lo que se llamará Pop Art (aquí puedes leer un artículo maravilloso sobre él). Es considerado incluso como precursor de varios movimientos artísticos: de los artistas conceptuales por sus juegos filosóficos, de los procesuales por la cuestión de cómo se elaboran y se transforman los signos, del Pop Art por su reivindicación de signos cotidianas, y de los minimalistas por la identificación de la pintura con el objeto global.
Volviendo al cuadro famoso de Magritte, ya podemos ver la intención similar entre ambos artistas: una intencionalidad tautológica; es decir, de buscar la una afirmación obvia, vacía o redundante y repetir un pensamiento expresado de distintas maneras.
Si 'Esto no es una pipa', pues entonces: 'Esto no es una bandera' -sino un cuadro, una pintura, una imagen, una representación, un juego, un rompecabezas, un desafío-. Y si es una rompecabezas, ¿qué representa exactamente? ¿Un discurso en honor al objeto que retrata o una burla de nuestra dependencia de él? ¿Una veneración de amor nacionalista o una crítica antipatriótica, una apelación al libre mercado de arte y su comercialización o un tratado anticapitalista?
Yo no lo sé -- yo sólo he venido a hablaros de una banalidad, una bazofia y una bergüenza; yo sólo he venido a hablaros de una bandera.
Esto no es una bandera.
Escrito y editado por:
Isabella S. Casto Salvucci
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