Guía para comprender el cine de David Lynch

08.09.2021

Lynch, ¿genio o impostor? Las claves de su cine.

El director norteamericano en la portada de MasterClass.

Introducción


El director norteamericano David Lynch ha tenido siempre tantos seguidores como detractores. El culpable de esta división no es otro que su inconfundible estilo cinematográfico, el cual tiende a colocarse dentro de la vanguardia surrealista.

Sin embargo, si todos estamos de acuerdo en algo, es que su cine no deja indiferente a nadie. Pero, ¿son tan raras y complicadas sus películas? ¿Es posible sacar una conclusión de sus largometrajes o simplemente se trata de una sucesión de imágenes inconexas?

Efectivamente, en el cine de Lynch todo tiene sentido. De hecho, aunque sus películas puedan parecer complejas y ciertamente enrevesadas, existe un patrón en cada una de sus obras que permitirá al espectador descifrar la trama con relativa facilidad. Es por ello que el surrealismo debería ser considerado como una de sus características más relevantes y no como su género principal. En mi opinión, el verdadero sello personal del cineasta es el simbolismo.

David Lynch ha dirigido películas muy notables como El hombre elefante o la premiada Una historia verdadera, cuyo estilo es totalmente convencional y exento de su particular huella. Por nuestra parte, vamos a centrarnos en su obra simbolista-surrealista, a través de las cuales me dispondré a revelar sus claves, símbolos y recursos más recurrentes.

Antes de comenzar; si todavía no has visto nada sobre el director, te recomiendo que visualices una primera toma de contacto antes de proseguir leyendo esta guía. Si por el contrario prefieres enfrentarte a su cine con mayor preparación, entonces te invito a quedarte. 


¿Empezamos?



Claves para comprender su cine


    • Lynch y su "Dosis Kafkiana"

    El primer punto para comprender el cine de nuestro susodicho director está estrechamente ligado con nuestro proyecto. Si bien Franz Kafka prestó su nombre a nuestra humilde sociedad cultural, también influyó con su estilo a innumerables artistas que le sucedieron. Entre estos artistas se encuentra el propio Lynch, cuya influencia del realismo mágico kafkiano es innegable. 

    El realismo mágico es un género, principalmente literario, en el que los personajes perciben elementos mágicos, fantásticos, irreales o surrealistas en un entorno común y cotidiano. Este estilo se popularizó en obras como El castillo o El proceso, de la mano del propio Kafka. Sus protagonistas (en este caso en concreto, en sendas obras se trata de un hombre llamado K.) se ven acorralados por situaciones inverosímiles dentro de nuestro propio mundo; es decir, surrealismo inmerso dentro del realismo de nuestro propio mundo.

    Esta característica puede contemplarse en el cine de nuestro mencionado director. Además, el propio Lynch se ha encargado de mostrarnos algunos guiños hacia uno de sus escritores favoritos. Entre ellos, se encuentra esta escena de la Tercera Temporada de la serie Twin Peaks (Imagen 1), en la que el retrato de Franz Kafka reposa en el fondo del plano. Por otro lado, tenemos la actuación del actor Patrick Fischler en Mulholland Dr (Imagen 2). ¿A quién os recuerda su rostro? 


    • Universos paralelos


    Esta es una de las claves principales para poder seguir el cauce de cada trama. ¿Por qué todo cambia drásticamente durante la película? ¿Qué ha hecho mutar la personalidad de los personajes? A menudo, en el cine de Lynch se producen giros de guion inesperados y aparentemente incomprensibles. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo puede descifrarlo el espectador?'

    El motivo no lo vamos a explicar aquí; primero, porque cada película es un mundo en sí misma y, segundo, porque no voy a spoilearos nada. Lo único que puedo revelaros es que los universos lynchianos suelen albergar dimensiones paralelas. Pero entonces, ¿significa esto que sus obras contienen tintes de ciencia ficción? No necesariamente. Estos universos paralelos pueden poseer raíces en diversas fuentes las cuales, una vez son comprendidas, se convierten en piezas fundamentales para completar nuestro puzle. 


    • Surrealismo y atmósfera onírica


    Tal y como cité en la introducción, el surrealismo debería ser considerado una característica vital y no el principal género. Dicho esto, los tintes surrealistas son evidentes, contemplados desde una perspectiva estrictamente fiel a su significado. Con ello me refiero, como no podía ser de otra forma, al subconsciente humano; un subconsciente que entra en erupción y eclosiona, bañando por completo nuestra realidad.

    La obra de Lynch se encuentra muy marcada por la subconsciencia humana y, por ende, por el surrealismo. Es muy importante que prestemos atención a los símbolos, colores o incluso al sonido. Para ser honestos, es necesario que mantengamos nuestros cinco sentidos despiertos, para poder así retener toda la información posible. 

    ¿Sabías que la música es un factor muy relevante en el cine de Lynch? Su artífice, Angelo Badalamenti, compone piezas musicales repletas de una gran carga onírica, perfecta para acompañar escenas que buscan confundirnos entre sueño y realidad. ¿Y qué mejor representante de la subconsciencia que los sueños? 

    Todo esto se ve muy reflejado en películas como Mulholland Dr, Terciopelo Azul o Carretera perdida. En la primera mencionada, incluso nos encontramos con personajes cuya identidad nos confunde, y que perfectamente podrían tratarse de figuras alegóricas. En Inland Empire, la primera hora de la cinta transcurre con relativa normalidad, para que posteriormente el surrealismo tome el relevo y la subconsciencia humana se dispare hasta límites insospechados. 

    Sin embargo, donde mejor se aprecia este baile entre la consciencia y la subconsciencia -incluso de manera más explícita- es en la serie Twin Peaks (Imagen 3), donde Cooper, el protagonista, sufre sueños lúcidos con extraños personajes que le ayudan a resolver un crimen. Otro estandarte del surrealismo lynchiano es el cortometraje Rabbits (Imagen 4), donde podemos contemplar cómo una familia de conejos antropomorfos mantienen una conversación sin orden ni sentido. ¿O quizá sí?



    • Freud y el psicoanálisis

    Como podremos observar, los personajes lynchianos suelen ser excéntricos, muy extravagantes. Tomando como ejemplo la serie Twin Peaks o el largometraje Mulholland Dr, todos los protagonistas guardan traumas en su interior y, al verse sometidos por situaciones extremas, éstos eclosionan y dejan entrever el lado más oscuro de cada uno.

    El director demuestra sus conocimientos en cuanto a la filosofía de Freud y su estudio del subconsciente humano, el psicoanálisis y los sueños. En mi opinión, una de las películas de las que más debió beber Lynch no fue otra que Persona (1966) de Ingmar Bergman, cuya construcción de sus dos protagonistas (con sus temores, paranoias y pasiones) es muy similar a la que podemos contemplar en Mulholland Dr.

    ¿Os atrevéis a psicoanalizar a los personajes de la obra de Lynch? Seguro que sacamos muchas conclusiones a raíz de este ejercicio.


    • Narrativa no lineal


    Durante el cine clásico, realizar un largometraje cronológicamente lineal era prácticamente un requisito indispensable. Realizar un guion y respectiva grabación de una manera diferente a la convencional era algo que apenas llegaba a c. De contemplarse. De hecho, uno de los primeros directores en romper este dogma fue Quentin Tarantino, con el estreno de la célebre Pulp Fiction en 1994, donde los sucesos narrativos de la misma se alternaban temporalmente entre un capítulo y otro. Posteriormente, esta técnica fue utilizada en numerosas ocasiones, siendo una de las más reconocidas Memento de Christopher Nolan.

    Para David Lynch, el tiempo es relativo y el principio puede ser tan final como el final puede ser el principio. Este punto guarda una estrecha relación con una de las primeras claves que repasamos al principio; los diversos planos y universos paralelos, los cuales hacen que el espacio tiempo adquiera una mayor complejidad y obliga al espectador a comprometerse con la película

    De cualquier manera, visualizar una película de Lynch puede convertirse a veces en un reto. Nadie dijo que fuera fácil, ¿no?



    Conclusiones


    Es cierto que el cine de David Lynch supone un compromiso por parte del espectador; requiere de tu permanente atención, de tu contemplación hacia los numerosos detalles, de tu agudeza y de la utilización de tus cinco sentidos. Sin embargo, conocer las claves principales, dentro de su lenguaje cinematográfico, nos permitirá poder comprender mejor el por qué de muchos de los sucesos que antes podían parecernos inexplicables.

    La primera experiencia con una película lynchiana siempre resulta algo chocante. Realizar posteriormente una revisión de la misma nos ayudará a comprender mejor algunos de sus símbolos, secretos y detalles. Pero conocer las claves fundamentales, algunas de las cuales se hallan aquí expuestas, nos permitirá ordenar poco a poco las piezas de un puzle que, en un primer momento, parecía imposible de completar.

    Las fuentes que he utilizado para la redacción de este artículo no han sido más que mis propios conocimientos y opiniones acerca de mi experiencia con la obra del director, así como de otros artistas mencionados. Si queréis saber más sobre el cine de Lynch -como por ejemplo, en qué orden deberíamos ver sus películas-, dejádmelo saber en un comentario para tomar constancia de ello.

    Hasta entonces, gracias por vuestra lectura. 

    Silencio.


    Iván Trujillano