5 películas para sumergirte en la Edad Media

24.04.2020

Generalmente, asociamos la Edad Media como un periodo de larguísima duración (nada más y nada menos que diez siglos, que ya es decir) que transcurre entre los siglos V, coincidiendo con la caída del Imperio Romano, y el siglo XV -muchos autores sitúan su fin con el Descubrimiento de América, mientras que otros con la Caída de Constantinopla en manos del Imperio Otomano-. Sin embargo, pese a que actualmente mantiene una connotación positiva gracias a la historiografía moderna (puesto que es una época en el que hay un gran crecimiento social, artístico y económico), hubo un tiempo en que se tachó de etapa oscura debido a que se entabló entre dos etapas doradas para la humanidad (Antigüedad y Edad Moderna). 

Por ello, me gustaría introduciros un poco en este ambiente medieval, y mostraros así una serie de películas que relatan de forma muy correcta, a mi parecer, hechos relevantes de este maravilloso mundo floreciente.


1. LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO (C.T. Dreyer) 1928.

No podíamos empezar este repaso medieval sin mencionar a una de las películas más importante (en mi opinión) del cine mudo. Estamos sin duda ante uno de los trabajos más ambiciosos de Carl Theodor Dreyer, un director danés que sobresalió también por películas posteriores como La palabra (1955) o Gertrud (1964). 

Para contextualizar, Juana de Arco fue una campesina que condujo al ejército francés en la Guerra de los Cien Años, con el fin de elevar al trono a Carlos VII de Valois. Será en la batalla de Compiègne donde será capturada y vendida a las tropas inglesas, quienes la sometieron a juicio y finalmente quemaron viva en la hoguera. La trama nos muestra ese último instante en el que Juana (María Falconetti), es capturada y sometida a juicio por brujería, finalizando todo ello con la muerte en la hoguera. 

Bajo mi punto de vista, la capacidad de detallismo (ejemplo de ello sería el brillo que transmite Falconetti en sus ojos llorosos) que consigue el director con esta película, la hace que sea una película de vital importancia en la historia del cine mundial. A posteriori, contamos con otras versiones más contemporánea del tema a cargo de una serie de cineastas de gran relevancia en la historia del cine: Roberto Rosellini, uno de los cineastas más importantes del movimiento Neorrealismo italiano, que lleva a la luz esta historia con el filme Juana de Arco en la hoguera (1954) o Luc Besson, con Juana de Arco (1999). A pesar de ser grandes producciones de aclamados directores, no tendrían la trascendencia que tuvo la primera.


2. EL SÉPTIMO SELLO (Ingmar Bergman) 1957.

No podía faltar en nuestro repaso medieval, el tema de las cruzadas, un tema que no solo mostrará Ingmar Bergman, sino otros muchos como Cecil Blount DeMille (Las cruzadas, 1935) o Mario Monicelli (Brancaleone en las cruzadas, 1970). Para poneros un poco en contexto, las cruzadas fueron expediciones que se dirigían hacia Tierra Santa con el fin de recuperar los Santos Lugares, caídos en manos de los musulmanes, que se extienden cronológicamente desde 1095 hasta 1270 (casi dos siglos de guerra santa, adoptando de alguna manera el modelo coránico de yihad). 

La historia no muestra en sí una historia de lucha cruzada sino un regreso de la misma, por ello no está demás hacer esta pequeña introducción. Ante esto, lo que el director sueco muestra es la vuelta de un caballero cruzado, Anonius Block (Max von Sydow), junto a su escudero Jöns (Gunnar Björnstrand) de Tierra Santa en un ambiente dominado por La Peste. Durante el camino, de forma repentina se topa con La Muerte (Bengt Ekerot), a la que decide retar en una partida de ajedrez con el objetivo de obtener respuestas a cuestiones que le atormentan: la muerte y la existencia de dios.

Se trataría así de una de las grandes obras del maestro sueco Ingmar Bergman, no queriendo así menospreciar otras de gran calibre como El manantial de la doncella (1960), donde de nuevo nos envuelve en ese misticismo medieval, o Persona (1966), con un carácter psicoanalítico que nos sumerge dentro del terror psicológico. Indagando un poco acerca de nuestra película, descubrí que el título primigenio iba a ser El caballero y la muerte, título que nos hace pensar en la influencia que obtuvo Bergmam del sobradamente conocido pintor y grabador Alberto Durero, sobre todo si tenemos en cuenta un grabado titulado como El caballero, la muerte y el diablo (1513), una obra que Bergman traslada a la gran pantalla en una de las escenas.


3. LOS VIKINGOS (Richard Fleischer) 1958.

El aclamado director de películas como Testigo accidental (1952), El estrangulador de Boston (1968) o Tora! Tora! Tora! (1970), muestra su lado más misterioso, indagando en uno de los temas que más interesa a los investigadores de época medieval. No podemos decir que sea una de las mejores películas que trata el tema medieval, sin embargo me ha parecido conveniente insertarla a modo de homenaje hacia Kirk Douglas, recientemente fallecido, protagonista de la misma.

Fleischer nos sitúa cronológicamente en el siglo IX, en el ambiente de los masivos saqueos producidos por los vikingos en costas inglesas. En todo ello aparecen dos personajes antagónicos, por un lado el príncipe Einar (Kirk Douglas), sucesor del rey Ragnar (Ernest Borgnine), por otro, un hijo ilegítimo del mismo que actuaba como esclavo, llamado Erik (Tony Curtis). Durante toda la trama ambos van a mantener una enemistad pública, que se acrecentó aún más tras enamorarse de la princesa Morgana (Janet Leight).

Filme de un éxito total, donde van a destacar grandes figuras del cine mundial como Kirk Douglas (un año antes había protagonizado la película Senderos de Gloria, dirigida por Stanley Kubrick), o Janet Leight, una magnífica actriz que dos años más tarde la veremos con un papel muy destacado en la mítica película de Alfred Hitchcock, Psicosis (1960). No podemos ignorar la encomiable labor de Jack Cardiff en labores fotográficas, dejándonos así secuencias de auténtica maestría. Por tanto, el mundo vikingo va a ser un tema que siempre ha gozado de gran popularidad, tanto es así que ha dado como resultado innumerables libros, filmes... incluso ¡SERIES!, donde no podemos olvidar dos grandes producciones como son Vikings (2013- ) de Michael Hirst, o The Last Kingdom (2015- ), producida por BBC América.


4. EL NOMBRE DE LA ROSA (Jean-Jacques Annaud) 1986.

Un clásico entre los clásicos. Sin duda una de las mejores películas que nos muestran el ambiente medieval y, a diferencia de las demás, nos incrusta dentro de ese mundo místico-eclesiástico del siglo XIV. Efectivamente, hablamos de El nombre de la rosa, obra de Jean-Jacques Annaud, director de origen francés que va a destacar también por grandes obras como El oso (1988) o Siete años en el Tíbet (1997).

Basada en la homónima novela de Umberto Eco, Annaud nos transmite un sentimiento místico a la vez que misterioso donde realiza una mezcla de la vida monástica con el misterio alrededor de un asesinato. El filme nos extrapola a un monje Franciscano llamado Guillermo de Baskerville (Sean Connery), que junto a su discípulo, Adso (Christian Slater), marchan hacia una abadía del norte de Italia perteneciente a la regla benedictina para llevar a cabo un consenso sobre la austeridad predominante en aquella época en el régimen eclesiástico. Una vez establecidos en el lugar, comienzan a ocurrir una serie de misteriosos asesinatos, hecho que los enmarcará en un ejercicio detectivesco para lograr descifrar al asesino.

A nivel crítico, pienso que se trata de una película maravillosa donde se expone perfectamente los misterios eclesiásticos del medievo, incluyendo a su vez un reparto cinematográfico excelente con figuras como Sean Connery, Ron Perlman o un jovencísimo Christian Slater. A pesar de su conocida fama y su buena crítica en la actualidad, una vez estrenada en Italia, recibió duras críticas por parte del público, comparándola en todo momento con el libro de Eco de tal modo que uno de los periódicos de la época expuso el siguiente titular : "Gran libro, insignificante película".


5BRAVEHEART (Mel Gibson) 1995.

Esta vez es el aclamado director Mel Gibson, conocido por películas de temática variada como Gallipoli (1981) o Apocalypto (2006), el que nos sumerge en este aura medieval, siendo este uno de sus filmes más conocidos y que gozó de mayor popularidad.

La historia nos sitúa en la Gran Bretaña de los siglos XIII-XIV, concretamente en Escocia, donde un soldado escocés llamado William Wallace (Mel Gibson) decide retornar a su país de origen para vivir una vida tranquila junto a su esposa. A su llegada, se encuentra con un ambiente desconcertante ante la usurpación al trono escocés del rey inglés, Eduardo I (Peter Hanly), quien había condicionado la libertad de los ciudadanos escoceses. A partir de una serie de sucesos (no quiero hacer spoiler), decide llevar a cabo una revolución en contra de todos estos sucesos discriminatorios. A este héroe le debemos el famoso lema: ¡Libertad!.

No puedo dejar de mencionar el paralelismo que contemplo entre este filme y Sin perdón (1992), obra dirigida y protagonizada por Clint Eastwood. Entre ambas existe la concepción del "hombre retirado", que vuelve al ruedo para acometer un último servicio. Claramente vemos una influencia muy directa en las escenas de campo de batalla de la película de Orson Welles, Campanadas a medianoche (1965), que el propio Mel Gibson reconoce. Como dato anecdótico, fue una película que gozó de gran popularidad, hecho que he remarcado anteriormente y prueba de ello son los cinco óscars que ganó (mejor película, mejor director, mejor cinematografía, medjor edición de sonido y mejor maquillaje).


Sin duda, es muy difícil hacer una elección tan exclusiva de un tema tan amplio. Sé que me dejo atrás películas como Macbeth (1948), El Decamerón (1971) o El reino de los cielos (2005), pero he intentado establecer una variedad en temáticas, y a la par ser lo más subjetivo posible. Sin más, gracias por su atención y espero que les haya gustado.


Carlos Valdés G.


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