¿Qué es el Haiku? Poemas de nuestros colaboradores.
¿Cuáles son los orígenes del haiku? ¿Qué relación guardan con la religión y las artes? ¿Cómo se compone su métrica? Aprende sobre el haiku y disfruta de los poemas de nuestros colaboradores.
La Naturaleza: fuente del Arte Japonés
La íntima conexión entre el individuo y la naturaleza ha permanecido siempre reflejada en el arte japonés. A lo largo de la historia, Japón ha sufrido un número incalculable de temblores, maremotos y tifones, sumado a las impredecibles erupciones volcánicas. Por otro lado, el País del Sol Naciente está dotado de un agradable clima templado, grandes montañas y la riqueza del mar. Así pues, el pueblo japonés supo adaptarse al medio natural, creando una perfecta armonía entre Naturaleza y Ser.
Esta armonía, así como la contemplación reflexiva del paisaje, eran -y siguen siendo- pilares fundamentales de las religiones orientales. Sin duda, el ejemplo más cercano de ello no es otro que el Budismo Zen, aunque cabe destacar la influencia del Taoísmo Chino, cuya base es la solidaridad absoluta entre el hombre y la naturaleza. De hecho, no podemos mencionar estas corrientes religiosas sin establecer una relación con el Sintoísmo, religión nativa de Japón, la cual veneraba a los kami -los espíritus de la naturaleza-.
Artistas como Utamaro o Hokusai, maestros del ukiyo-e (estampas japonesas o xilografías), se ocuparon de realizar hermosas representaciones de las vistas más célebres de su país. Para ello, era necesario un ejercicio de contemplación y reflexión del paisaje, ya fuera visual o mental. Esta misma tarea sería desempeñada por los poetas, reflejando así su visión más personal de la naturaleza. ¿Y cuál fue el resultado? Un poema de una sola estrofa, de excelsa brevedad y rico lenguaje: el haiku.
El Tanka: nacimiento del nuevo género
¿Cuáles
fueron los precedentes de estos
poemas? En primer lugar, es necesario hablar del poema tradicional waka (poema japonés), el cual surgió con
el fin de diferenciarse del kanji
(poema de origen chino), muy utilizado en la alta sociedad japonesa. Así pues,
el waka contaba con diferentes estilos; por un lado, el chōka (poema largo) y, por otro, el tanka
(poema corto), que ya contaba con el patrón 5-7-5 que veremos a continuación. Estos
poemas cortos comenzaron a tomar protagonismo, sobre todo con el nacimiento del
renga, canciones compuestas por varios tankas o estrofas.
Con el tiempo, la estrofa del tanka fue llamada hokku, el cual sería el nexo de los distintos estilos breves que derivaron. Entre estas formas poéticas se distinguen el senryu, el müki y el haikai, conocido a día de hoy como haiku. De cualquier manera, nosotros nos centraremos en este último, cuya relevancia le coloca en la cima de la poesía japonesa.
La métrica del haiku prosigue con el mismo patrón tradicional del hokku de 5-7-5. Por tanto, la estrofa debe sumar 17 sílabas; esta métrica permite excepciones tras la traducción que, mientras sumen el número máximo de sílabas, pueden alterar el patrón tradicional. También han de ser tenidos en cuenta recursos poéticos como la sinalefa (una palabra del mismo verso finaliza en vocal, así como la siguiente se inicia con otra, fusionando en una sola sílaba). Sin embargo, existen varios elementos que caracterizan particularmente al haiku; estos son la cotidianidad, un estilo sencillo exento de lírica y, sobre todo, la naturaleza.
El Haiku: elementos fundamentales
Tal
y como vimos en la introducción, la naturaleza es un elemento intrínseco de la
cultura japonesa. Cabe decir que, en el caso del haiku, lo es de manera más
específica. La naturaleza es el tema principal y, además, debe quedar reflejada
en el kigo. Pero, ¿qué es el kigo? Es la incorporación de la estación
del año en el poema: primavera, verano, otoño e invierno. El kigo puede señalarse
de manera literal, figurando el nombre de la estación, o con una analogía
indirecta. Otro requisito fundamental será el kireji o corte de idea,
el cual provoca un corte gramatical y de contenido en el haiku. Además, puede encontrarse tanto al final como al principio de la estrofa, y es posible que existan dos kireji en un mismo poema.
Masaoka Tsunenori, poeta japonés de finales del siglo XIX, fue el precursor de este género. Tsunenori -más conocido como Masaoka Shiki- hizo grandes labores por la modernización de la poesía. Lamentablemente, la tuberculosis le venció a los treinta y cinco años de edad, aunque escribió numerosos tankas durante los últimos días de su vida. El maestro Tsunenori inspiraría a los poetas coetáneos, así como a sus sucesores, a continuar inspirándose en la Naturaleza para hacer florecer sus poemas. Entre ellos se encuentra Tokihiko Kusama, del cual hemos decidido utilizar uno de sus poemas como haiku paradigmático.
Primer cerezo;
cae la lluvia sesgada
en la montaña.
Hatsuhana ya
nanameni futte
yama no ame
En este caso, nos encontramos con un haiku de primavera; el primer cerezo es la analogía indirecta del inicio de la estación. En japonés, esto se resume en una palabra: Hatsuhana. Como podemos contemplar, mantiene perfectamente la métrica tradicional de 5-7-5, mientras que el kireji (o corte de idea) separa el primer verso delos dos siguientes. La primavera, y por ende la naturaleza, es la protagonista del poema: es un haiku.
Nuestros colaboradores: selección de poemas
Una vez conocidos el origen, la métrica y las características del haiku, ¿estáis preparados para analizarlos? A continuación, expondremos una serie de haikus, elaborados por nuestros colaboradores, procedentes de distintos países hispanohablantes. Entre ellos, se encuentran Sensei, maestras del género, así como aprendices del mismo. ¿Cuál es el kigo de cada poema? ¿A qué estación representan? ¿Dónde se encuentra el kireji? Así pues, deseamos que disfrutéis con estas deliciosas y sutiles escrituras.
Un lobo aúlla.
Los árboles cubiertos
de fina escarcha.
Una libélula
Nubes rosa en el cielo
Verde laguna.
Silvia Luz Jiménez
Sol calcinante
iluminando el polvo
campo en crepúsculo.
Verano y nubes
que el viento empuja al sur
un picaflor.
Ana Coronel
Un viento suave.
Sobre el largo camino
crecen las rosas.
El cielo gris.
Las hojas de los arces
cubren el suelo.
Tao
Entre los surcos
aroma la lavanda.
La brisa cálida.
Bajo el jazmín
titilan las luciérnagas.
Oscura noche.
Pilar Alejos Martínez
Perfuma el aire
la flor del azahar.
Dos golondrinas.
Trinan las aves
que pueblan la arboleda.
Hojas caídas.
Carmen Cano Soldevila
Hay plenilunio
la senda está nevada
aúlla el lobo.
Tarde de otoño
llueve sobre el cristal
la taza verde.
Asunción Alcoceba Aparicio
Caen los pétalos
de la flor del cerezo
el Fuji lejos.
Con hierba seca
hacen nido las tórtolas
trinos al alba.
Edith Román
Agradecimientos
Este artículo ha sido redactado por Iván Trujillano, con la constante colaboración de:
Silvia Luz Jiménez
Pilar Alejos Martínez
Ana Coronel
Asunción Alcoceba
Carmen Cano
Edith Román
Tao
Isabella S. Casto
Sin ellas, maestras y aprendices del poema breve japonés, este artículo no hubiera sido posible. ¡Gracias!
Fuentes:
- mundopoesia.com
- escribirr.com
- ihistoriarte.com
- elcultural.com
- elrincondelhaiku.org